Luz María Garrido-Lecca
Hablar de la obra de Rosanna Peyón implica recorrer lugares que transitamos juntas cuando nos atrevimos a emprender la aventura de la creación, rememorar espacios de trabajo y reflexión, evocar sentimientos de admiración y respeto que nos conmovieron y no han cesado de hacerlo desde esos lejanos días. Compañeras, amigas, colegas a lo largo de ese camino tan difícil de seguir cuando se requiere o se necesita expresar algo interior; tan indefinido y a la vez tan preciso, que sólo podremos comunicar si ingresamos en nosotros mismos, si escuchamos la resonancia que las obras admiradas tienen cuando hacen vibrar las experiencias más íntimas y personales.
Las obras que Rosanna expone en esta muestra suscitan una forma particular de diálogo. Verlas convoca a todos los sentidos que se envuelven de inmediato en una interacción. La suavidad sensual de las superficies invita al tacto, las formas y dimensiones de las imágenes reclaman la mirada, el desbastado sugiere los olores del taller, las maderas elegidas dejan sentir su calidez.
En la muestra, las piezas cuyos volúmenes no pierden ligereza sugieren ecos, idas y venidas. En el vacío positivo/negativo aparece la forma. La madera se revela como material: Hebras, colores, texturas. La altura y la escala elegidas permiten el contacto visual "intersubjetivo". Como si el dibujo se desprendiese del plano, la línea está presente e induce al movimiento. Muros y puertas abren o cierran el paso. A la vez búsqueda y hallazgo, aparecen los ritmos escondidos en el fuste de las maderas.
Esta vez Rosanna, en este alto en el camino, nos permite interactuar con sus personajes. Jugar con ellos. Recibir los mensajes de sus astros, las buenas nuevas de sus conjunciones. Sentirnos acogidos, protegidos por su guardián benévolo y vigilante. Atravesar umbrales. Descubrir sorpresas. Descansar. Y, si estamos dispuestos a mirar con todo lo que somos, recibir lo que nos dicen, seguir las huellas que dejan, sentir el calor que nos transmiten, dejarnos rodear, sintiéndonos lanzados a seguir buscando en nuestras propias experiencias.